sábado, 24 de febrero de 2007

Ruedo genovés

Plaza del Congreso con el cartel colgado de no hay billetes. Ni a sol ni a sombra. 7 toros 7 de la ganadería genovesa del ganadero pontevedrés Vitorino Rajoy. Cuatro de la tarde. Sol de justicia.

El diestro zurdo Manuel Bermejo, Bermejito se enfrentaba con toda la ganadería en su primera tarde dispuesto a tomar la alternativa. En las gradas su mentor Canarito observaba con orgullo las muestras de valentía de su pupilo. Sentado en la barrera, su apoderado que orgulloso disfrutaba de la faena.

El primero de la tarde Acebuche, negro zahíno, corto de pitones, cansado y con poca vista. Flojo de cuartos delanteros, quedó postrado de rodillas ante Bermejito en un par de lances. Flojo. El animal no estaba para bromas, pero Bermejito lo supo sacar de las tablas y le colocó dos pares de Banderillas con estilo y con soltura que hicieron que la grada aplaudiera con entusiasmo. Se torció una pata y tuvo que ser retirado por los cabestros.

El segundo, Zaplano, toro bronceado cornigacho, entraba bien a la muleta, sólo le faltaba ponerla él mismo. Intentó empitonar varias veces, pero su baja cornamenta no permitió enganchar a Bermejito, que se zafó en varias ocasiones de las embestidas del innoble animal. La estocada certera hizo caer al toro pegado a los ladrillos, quiero decir, las tablas.

El tercero de la tarde Nadaleto, veleto llorón que no embestía, gritaba. Imposible torearlo. Estoque sin dificultad. Aplausos y silbidos para el toro.

El más esperado de la tarde Michavilo, toro playero meleno, con poca carrera, casi ausente, como sin ganas, salió del callejón como comiéndose el mundo, aunque perdido, como sin saber dónde estaba, pero Bermejito recibiéndolo a porta gayola le dejó practicamente sin ganas de seguir en el juego. Aplausos.

Camachito, un toro cenizo, con fuerte embestida, pero que fue fácil de torear, porque era muy previsible. Pañuelos y aplausos.

Los otros dos, por su irrelevancia tienen poca historia, aunque fueron bien salvados por el diestro.

Al final, aplausos, pañuelos y petición de vuelta al ruedo. El presidente concedió las dos orejas y el rabo a la magnífica actuación de Bermejito, que fue sacado por la puerta grande el día de su toma de alternativa. A pesar de lo flojo de la ganadería, Bermejito supo sacarle partido.

CÉSAR PATIÑO
23/02/2007

El Plural. com

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